Los efectos que te pueden causar son:
- Una actitud de queja continua, sentimiento de derrota, desgaste emocional...
- Autoestima limitada, disminución de tu calidad de vida.
- Se limitan tus expectativas, tus proyectos personales, tu desarrollo pleno como mujer, dejas de hacer lo que quieres o no tienes tiempo para ello.
- Irritabilidad crónica, malestar difuso.
Los efectos en la relación son:
- Acabas dejando hacer “¡cómo no voy a ceder! No puedo estar peleándome todo el día”
- Apareces como culpable de los problemas, ya que ti planteas un cambio y él se niega, no sabes exactamente qué es lo que ocurre y él aprovecha para culparte del deterioro.
- Se empobrece la relación, apareciendo la pareja como combatientes en situación de “guerra fría”.
Como punto de partida, podríamos empezar a darnos cuenta de que no hay nadie en el mundo que pueda darnos la felicidad eterna, que hay que querersea una/o misma/o y hacerse querer con lo que somos, que hay diferentes modelos de amor y de relación que no están basados en renuncias, sacrificios y dolor, y que el amor es sólo una parte de nuestras vidas, asi que no renuncies a tu individualidad, a tu manera de ser mujer por ti misma, no renuncies a tus proyectos vitales, a tu espacio propio.
Consultado: diciembre 2012 en
http://www.interior.ejgv.euskadi.net/r42-4100/es/contenidos/informacion/ez_isildu/es_01/de_principes_y_princesas.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario